Es común que los faros se quemen después de mucho tiempo. Antes de llegar a conclusiones, verifica si el foco está negro o si hay filamentos flojos. Si ese es el caso, puede ser que el foco simplemente necesite ser reemplazado.

Problema: Faros se siguen quemando

Puede haber un problema más grande que explique la razón por la cual los focos se sigan quemando. Si los focos se siguen quemando con mucha frecuencia, puede ser por varias razones:

Revisa que el foco y su toma de corriente no estén corroídas. Si están corroídas, reemplaza o limpia la toma con un limpia-corrosivo o con una mezcla de bicarbonato y agua. 

Los focos más baratos suelen quemarse más rápido, así que es buena idea comprar focos que estén hechos específicamente para tu marca y modelo. Verifica con el manual del propietario para encontrar el tipo específico recomendado. 

Problema: Luz débil 

Los faros débiles pueden ser una señal de que están llegando al final de su durabilidad, pero antes de reemplazarlos. Hay ciertas cosas que deberías de ver:

Primero, revisa el cristal de los faros. Si están empañados o matizados, limpia y púlelos con una limpiador de foco de faros. Puedes quedarte sorprendido por la cantidad de luz que bloquean unos cristales empañados.

Después, examina la salida de corriente del alternador con un multimetro digital. A veces unos faros débiles son el resultado de potencia inadecuada debiera a un alternador defectuoso o por un problema de derivación eléctrica a la tierra. 

Problema: Mala conexión 

Los faros parpadeantes son un problema común con los focos HID. Suele ocurrir debido a malas conexiones. 

Antes de reemplazar un faro, examina las conexiones de las abrazadera de batería. Las vibraciones constantes del motor pueden causar que estas conexiones se aflojen. Para ver si cada alambre está fijo, menea los alambres del circuito de los faros para ver si hay unos sueltos.